La depresión como derecho humano (reflexión)

Deprimirse es anti-sistema. Alguien deprimido es inestable e imprevisible con poco o nada de predisposición a la producción de bienes o al consumo de los mismos.
Abunda la literatura de auto ayuda que promete una rápida salida a estos estados como si fueran una temible peste en la que no conviene permanecer durante mucho tiempo y que hay que extirpar "quirurjicamente".
El depresivo está ante una pregunta simple: "¿Tiene para mi algún sentido la vida que tengo o que llevo, me interesa algo de todo lo que se me brinda?"
Ahora yo pregunto : ¿Que tiene de malo hacerse estos cuestionamientos, y llegar hasta el fondo con esta cuestión?
La vida misma o su continuación no tienen porqué ser una cuestión incuestionable y fija para todos, al contrario, resulta evidente que cada cual se brinda sus propias respuestas sean cuales fueren y/o que estos estados llegan ante la pertinaz negación u oposición de las personas que los padecen de atender a estos asuntos fundamentales.
Es la depresión un tema particular , patrimonio exclusivo del ser que la experimenta,en definitiva , forma parte de cada individuo y debería ser un derecho humano mas para defender y salvaguardar.

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